El es un artista, ella su pintura y su pincel
Ella cree en hadas, gnomos y sirenas. Él cree que en cuanto ella sonría a las estrellas, iluminadas por la luz de la Luna recién descubierta, se enamorará de nuevo.
Cada noche la pinta con colores hechos de susurros y fe… “Ella es la cosa más hermosa que jamás he podido ver”. Cuando la besa siente un sabor extraño. Una mezcla humo y cenizas, especialmente, porque arde junto a ella con un desasosiego y una pasión tan fuerte como sincera.
-¿Crees en el destino? preguntó. Y tan pronto como él ve brillando aquellas blancas teclas de marfil, contestó - Creo que sí.
Ella da armoniosas vueltas sobre su imaginación, incluso mientras él la observa.
Deseo, tabú, bienestar, medianoche y tal vez, justo entonces, un toque de amor. - Guardaré este momento en lo más profundo de mi ser. dijo él.
Desliza un dedo sobre la línea de su mandíbula, cierra los ojos y comienza a formarse una combinación perfecta de colores.
El solía ser un artista.
